Fueron el producto estrella del verano pasado y este año el fenómeno se repite de nuevo: la demanda de piscinas desmontables ha vuelto a dispararse ante la incertidumbre por la evolución de la pandemia y las previsibles restricciones para acudir a playas y piscinas.
En el primer trimestre de este año, las ventas de piscinas desmontables se han multiplicado por cuatro respecto al mismo periodo del año anterior, según señalan desde la tienda online especializada BeMyPool de Barcelona. El crecimiento supera incluso al registrado el año pasado, cuando la demanda de estos productos aumentó un 75 % de acuerdo con COMAFE.
“El verano pasado, muchos clientes se quedaron sin piscina por falta de stock y este 2021 el patrón está siendo muy claro: más anticipación y sobre todo compras por Internet” explica Albert Flotats, el director de BeMyPool.
El perfil de clientes que están comprando piscinas desmontables de cara al verano son sobre todo padres de familia con niños pequeños, o los abuelos de estas familias que cuidan de sus nietos en vacaciones. Buscan una alternativa de ocio cómoda y segura para refrescarse y disfrutar del aire libre en los meses de calor, sin depender de las restricciones a la movilidad, las limitaciones de aforo en playas y piscinas públicas, el uso de mascarillas u otros condicionantes provocados por la pandemia.
La tipología de productos que compran estos clientes también ha cambiado. De las piscinas de plástico hinchables, que causaron furor el verano pasado, se está pasando cada vez más a piscinas desmontables de acero. Son productos de una mayor calidad que ofrecen más estabilidad y capacidad, pero se pueden desmontar y guardar igualmente al terminar la temporada.
Además, estas piscinas tienen la ventaja de ser más seguras para los niños, ya que al estar elevadas no hay riesgo de caídas u otros tipos de accidentes. El montaje y mantenimiento de estas piscinas desmontables también son muy sencillos, y no requieren de un permiso de obra para su colocación.
Los precios oscilan desde los 35 euros de una piscina hinchable desmontable circular a los 12.000 euros de una piscina de madera de 12 metros de longitud, aunque la compra media ronda los 1.500 euros con accesorios.
Otro cambio importante respecto al año pasado es que la mayoría de clientes optan por comprar una piscina desmontable en Internet y recibirla cómodamente en su domicilio, junto con todos los accesorios necesarios para su limpieza y mantenimiento. En el caso de BeMyPool, el 80 % de los pedidos ya se realizan a través de la página web, a pesar de que también disponen de una tienda física y showroom en el centro de Barcelona.
“La compra online permite la comparación de modelos, precios y características sin necesidad de tener que desplazarse para visitar varias tiendas y distribuidores”, señala Albert Flotats de BeMyPool. ”En este sentido, acabamos de lanzar nuestra propia app para facilitar aún más las compras”.
La alta demanda de los últimos meses ha hecho que muchos fabricantes ya no tengan existencias disponibles e incluso haya lista de espera para comprar determinados modelos. Desde BeMyPool aseguran que sí están atendiendo todos los pedidos, ya que hace meses que acumulan stocks en previsión de la fuerte demanda que se está registrando en este segundo verano post-Covid.